CENTENARIO DEL NATALICIO DE JOSÉ T. NIÑO RODRÍGUEZ
El 2 de agosto celebramos el centenario del natalicio de José T. Niño Rodríguez, destacado líder sindical y cooperativista, fundador de Fondecoop (Fondo de Empleados de Coopdesarrollo) que se convirtió en lo que hoy es la Cooperativa de Ahorro y Crédito para el Bienestar Social “BENEFICIAR ENTIDAD COOPERATIVA”.
José T. Niño era un boyacense muy orgulloso de su tierra, de origen campesino y familia trabajadora. A los 5 años llegó con su familia a Bogotá, buscando mejores oportunidades. Su madre obtuvo un trabajo en el colegio San Facon, con las hermanas de la presentación, lugar en donde José T. aprendió las primeras letras y el oficio de zapatero.
Fue el primer varón, del matrimonio de Jesús y Ana Joaquina. Sus hermanas mayores, Rosalía, Mercedes y Edelmira lo cuidaban y consentían. Carlos Julio, Norberto y Joaquín, se convirtieron en sus mejores amigos y compañeros de lucha. Margoth y Teresa, sus hermanas menores, fueron sus consentidas.
Cuando cumplió los 10 años, en 1930 el país vivía una gran pobreza y dificultad económica, su padre que se había quedado sin trabajo, decidió mandarlo a Duitama, con sus abuelos, Trinidad y Rudecinda. Esta fue una experiencia muy enriquecedora porque aprendió a trabajar, a vender la cosecha en el mercado, a negociar y a dirigir a los jornaleros. Cuando sus padres fueron a buscarlo para que continuara sus estudios de bachillerato, él decidió asumir el papel de hermano mayor y ayudar a sus padres, consiguiendo un trabajo de zapatero donde las hermanas de la Presentación. Con su tenacidad y empuje, organizó a sus hermanos mayores con el objetivo de construir una casa para su numerosa familia, labor que realizaban los fines de semana.
Era una persona tímida, pausada, analítica, que siempre estaba pensando en mejores oportunidades. De un humor fino, conservador, excelente lector, autodidacta y gran conversador; le gustaba departir y escuchar música de Agustín Lara, Leo Marini y los Panchos.
Por la formación inculcada en su hogar en donde primaban los valores de servicio, ayuda mutua y de solidaridad, José T. de 19 años, simpatizó con un movimiento social que con gran fuerza surgió en Colombia, promovido principalmente por el arzobispo de Manizales, monseñor Manuel González, quien inició una intensa campaña de promoción social, estimulando la asociación de los campesinos y obreros, creando el Secretariado Económico Social.
En 1944, por mandato de la Conferencia Episcopal, los jesuitas crearon la Coordinación Nacional de Acción Social Católica, bajo la dirección del padre Vicente Andrade Valderrama, con quien trabajaban los padres Jesús Sanín, Jorge Ortiz y Francisco Javier Mejía, quienes se convirtieron en sus mentores.
De ese grupo de jóvenes surgió la idea de crear la Unión de Trabajadores de Colombia, UTC, en donde José T. pudo demostrar sus grandes capacidades de administrador, de visionario en los negocios con una gran vocación de sentido social. Gestionó los recursos para construir el edificio en la Carrera décima con calle 7, su espíritu emprendedor contribuyó a que se convirtiera en la organización sindical más importante del país. Aprendió a relacionarse muy bien y venciendo su timidez, se convirtió en un destacado líder, a los que los ministros y presidentes admiraban y respetaban, de allí su amistad con Belisario Betancur y Carlos Lleras Restrepo. Sin embargo, decidió retirarse un poco decepcionado, por cuanto tenía la convicción de que el sindicalismo debía ser apolítico, para que pudiera cumplir a cabalidad su cometido.
Acción Social, había encaminado su labor a promover y crear cooperativas, cuya filosofía y principios se acercaban mas a la labor que adelantaban. Cuando José T. realizó una pasantía en el movimiento sindical de Estados Unidos, conoció los bancos que les permitían financiar servicios a sus afiliados. Al igual que otros países, como Israel, con la organización Histradrut. Todas estas experiencias lo motivaron a gestionar y liderar la creación de la Central de Crédito y Desarrollo Social, Coopdesarrollo en 1962, como brazo financiero para el sector social.
Con sus hermanos, Carlos Julio, Norberto y Joaquín, analizaban, discutían y planteaban soluciones e iniciativas para el sector social. Lideraron la creación de muchas entidades cooperativas, como Uconal, Cupocredito, Coopserfun, Coopsudameris, Crediflores, Seguros Uconal, hoy Aseguradora Solidaria de Colombia y Fundesarrollo, entre otras.
José T. siempre fue un maestro para quienes estaban a su alrededor, sus mejores alumnos fueron los empleados en Coopdesarrollo, su empresa de toda la vida. Aunque ocupó importantes cargos en el sector financiero, público y cooperativo, en la Central pudo desarrollar todo su potencial, llevándola a ser una de las cooperativas más prósperas del país, promoviendo iniciativas gubernamentales y legislativas, además de buscar el reconocimiento del sector cooperativo frente a la banca tradicional.
Para él una de sus mejores claves fue enseñar y capacitar a sus colaboradores, insistiéndoles en que se prepararan y formaran en relaciones humanas, esto se lo decía desde el portero hasta sus colaboradores profesionales y sus hijos. Los temas en los que él era muy estudioso y de los que le encantaba hablar y enseñar eran sobre historia, economía y política. Además de leer estos temas, le gustaba la historia, la gerencia y mantenía grupos de tertulia con amigos y profesionales destacados, de quienes también aprendía.
Su rol de jefe lo ejercía como un padre, guiando y enseñando con el ejemplo, motivando a los empleados para que se prepararan, crecieran, ahorraran y pudieran contar con casa propia. Esta última labor fue una obsesión de toda su vida, para lo cual desde la UTC, posteriormente con Coopdesarrollo y con la creación de cooperativas especializadas, permitió que muchas familias adquirieran su vivienda.
Algo muy importante para José T., era que cada primero de mayo celebraba el día del trabajo, invitando a los empleados a un paseo para conmemorar esta fecha.
Cuando a través de la tesorera, Lucila Carreño, iniciaron el Fondo de Empleados de la Central, con el fin de brindar bienestar y desarrollo, vió en un joven las capacidades y potencial para que fuera su gerente y la convirtiera en lo que hoy es Beneficiar Entidad Cooperativa. Así era José T. un visionario, un hacedor de sueños, que motivaba, impulsaba y promovía muchas iniciativas
Le encantaba viajar y conocer, era una forma de aprender porque José T., de cada experiencia internacional traía una idea para implementar en Colombia. De joven, sus ocupaciones y dedicación al trabajo, no le daban tiempo para la vida social, por eso se casó hasta los 35 años, con Aura Ligia Jiménez con quien formó un bonito hogar. Era un hombre de familia, disfrutaba de tener a sus siete hijos, a sus amigos, a sus hermanos, y más tarde a sus nietos, para departir una deliciosa mazamorra chiquita que él mismo cocinaba.
A los 70 años presentó su renuncia a la gerencia de Coopdesarrollo, que más adelante se convertiría en el Banco Megabanco, un sueño que se empezó a gestar desde su creación. Continuó como presidente de Fondecoop hasta la Asamblea General ordinaria de 1992, sin embargo siguió como asociado, y con la sencillez que lo caracterizaba, visitaba las instalaciones y hacía fila como los demás.
El legado que José T. deja es digno de conocer y difundir. Una persona que sin ninguna pretensión luchó por la democratización del crédito, por mejorar las condiciones de los trabajadores, por el reconocimiento del sector cooperativo y porque miles de familias tuvieran su casa propia. Siempre apegado y fiel a los principios y valores cooperativos.
Escrito por ROSA EMMA NIÑO
Hija